reucerdo tus pantalones elefantes
blancos pulcros, ajustados a tu cadera
casi llegando a tu pequeña cintura
asi te vestiste ese dia, para
alejarlo parasiempre de mi cama
ni una pequeña despedida hubieras permitido
pero en el mundo aquel, él y yo
nos soliamos amar tanto
que ni el gran amor a la
Leonica persona espejo tuyo, ni eso!
impidio que nuestro amor efimero y fastuoso
encontrara arrullo en esa despedida.
ahora es todo tuyo , custodialo y protegelo
con tu propia fuerza, asi como yo lo hice.