martes, 16 de enero de 2018


Porque te robaré hasta el alma
Te enseñaré a bailar
Que te voy a dar mi piel hasta hacerte enloquecer
Te robaré hasta el alma
Te enseñaré a bailar
Que te voy a dar mi piel hasta pedirme más

martes, 2 de enero de 2018

Recordemos que día a día tenemos la oportunidad de cambio, de  evaluación, de transformación, de renovación pero sobretodo de admirar y vivir la existencia humana como algo maravilloso.
 Es cierto que en la cuantificación que hacemos de nuestro día, de nuestro tiempo y de conforme vamos midiendo esta realidad, llegamos a sacar conclusiones las cuales no siempre son las que esperábamos; pero ¿que es realmente lo que esperamos en el camino de la vida? y sobre todo, ¿cómo es entendida la crisis? ¿cómo es entendido el proceso de dualismo de la realidad?.
 De pronto somos un tanto injustos al evaluar este proceso, consideramos que todo lo que no va conforme a lo que teníamos planteado entonces es completamente incorrecto, erróneo, desagradable, malo, triste y un sinfín de calificativos que damos en un sentido negativo, en un sentido abstracto también y muy poco profundo a todos aquellos acontecimientos que al final no ocurren por una casualidad sino porque existe una causa la cual va al final a concluir en un aprendizaje.
Todas aquellas situaciones que negamos o que sobre todo decimos que no deberían de existir en nuestra realidad son precisamente aquellas que nos hacen más fuertes; todos aquellos seres en nuestra vida que aparecen como detractores son nuestros grandes maestros. Todos aquellos episodios que parecieran difíciles son precisamente aquellos que sacan lo mejor de nosotros, porque el caos y la crisis hacen que tomemos las mejores armas y podamos salir avante.
Y en esta idea, todos aquellos seres que quieren observar el sol y admirarlo tendrán que conocer la oscuridad para verdaderamente valorarlo. Hay belleza en la tristeza, hay belleza también en el enojo porque nos da la oportunidad para poder equilibrar aquello que verdaderamente merecemos vivir.

Es importante conocer la tristeza para no darle fuerza y no darle continuidad, es importante conocer el enojo para entender que al final nos desgasta, nos enferma, nos quita tiempo, nos resta vida y es entonces cuando optamos un poco más por el equilibrio. Es cierto que no podemos ser felices todo el tiempo, todos los días; podemos vivir en la felicidad pero no en la euforia de la felicidad. Un alma feliz es aquella que está conforme con todo aquello que está en su vida, incluso en la crisis, porque sabe que algo grande viene después de todo aquello que tambalea la vida misma.
Puedo decirles que las grandes experiencias no son precisamente aquellas que decimos que hemos concluido sino aquellas que están en el camino y en esa lucha por entender y entendernos.
El enojo por supuesto que le resta vida incluso el cuerpo humano porque intoxica las mismas células del cuerpo. El cuerpo está acostumbrado a vibrar en una realidad, sino es el más feliz y sin la euforia de la felicidad, está acostumbrado a estar en un estado normal y el enojo es una gran concentración de energía en un mismo espacio que es su cuerpo físico, entonces digamos que es una compresión innecesaria de algo que debería de fluir de manera abierta.
Denle la oportunidad a la crisis, aquel que le da la oportunidad a la crisis puede crecer porque crece a través del caos y el caos nos hace comprender que es ahí cuando sacamos nuestros verdaderos aprendizajes. En la felicidad se nos olvida aprender.  Vean la vida de los seres, cuando de pronto pequeños acontecimientos también desagradables tocan a su puerta es cuando tratan de profundizar en ellos, de pensar, de intencionar, quizás de acercarse a alguna teoría o ideología. No necesitan el caos para acercarse a ustedes mismos pero al final esos análisis que tenemos del caos en el presente, en el pasado y en el futuro nos hacen comprender y ser justos con esta transformación.
El ayer es un aprendizaje concluido que nos ha hecho lo que hoy somos con ausencia y presencia del ayer. El mañana es una idea que nos motiva pero que no debe de presionarnos porque solo podemos trabajar en el ahora, nuestra situación de la mente está concentrada en el hoy, el recuerdo es eso, algo que no se puede cambiar solo aprender. El mañana es una opción pero no vivimos de opciones vivimos de hechos, solo viviendo en el hoy podemos transformar.
Cada vez que la crisis toque a su puerta recíbanla con las mejores opciones que tengan en su realidad, pónganla en el banquete, pongan las mujeres flores, pónganse lo mejor ustedes, pongan su mejor cara y entonces le preguntarán: ¿qué me vienes a contar que yo no te pueda responder? O aún mejor, decirle que se tiene que ir.

Tienen muchas más armas para poder combatir todo aquello que creen que es más fuerte que ustedes, aquel que se cree capaz, crece en cada crisis.

Mensaje canalizado por Fernanda Abundes (madreymaestro@hotmail.com) Puebla, México 16 de Noviembre de 2017.